Te recuerdo tanto de pequeñita, cuando pasabas con nosotros, tus abuelos, largas temporadas, porque tus padres trabajaban y tú aún no ibas a la guardería. Tenías un año, poco más o menos, cuando un verano, después de las vacaciones, los papás tuvieron que irse a Las Palmas de Gran Canaria, donde vivíais, para incorporarse al trabajo, y tú te quedaste con nosotros mes y medio. ¡Que recuerdos!
Ahora nos separa la distancia y tus estudios, pero en mi corazón están latentes ratos de amor que nos diste.