01 noviembre 2017

Beberse la vida


No quiero siempre callar
ni quiero cerrar mis labios
quiero a los vientos cantar.
Quiero despierta soñar
y sin que calle mi mi boca
decirle al mundo las cosas 
que quise siempre gozar. 

Quiero poseer el cielo
azul, de esta tierra mía,
y que la vida sonría
presa dentro de mi anhelo

Tengo el alma peregrina
y mi deseo es vagar
y esconderme en las colinas
y en  las brumas y en el mar 
hasta que pueda volar
igual que las golondrinas.

 Que gran deseo en mi pecho
es contemplar lo creado.
Tiemblo solo con pensar
que jamás  pueda gozar
lo que siempre he deseado 
para poderlo abarcar.

La profundidad del mar,
tranquilo si  está calmado
como espejo de cristal.
y al mirarlo hace soñar
dejándote acariciar
cual lecho de enamorados

 Cuando su fuerza es brutal
demostrando su furor
cuando se muestra encrespado
de un modo que  hace temblar
es un animal herido
que está dispuesto a matar.

 Quiero sentir el  placer
de beber el viento helado.
Embriagarme del perfume 
en los  los montes, y colinas
Y el verde de las encinas
reflejarse en los arroyos
y ver un amanecer,
y ver un mundo mejor
cuando el sol brota del mar
viniendo humilde a besar
mi rostro con su calor.

Si la vida no es vivida,
concebida de ese modo
deseando amarlo todo
porque todo es especial,
quiero perderme en la nada
de un espacio sideral.

Que ría al cantar mi boca
Mis ojos, cuando a otros miren.
Y rían cuando al llorar
y el corazón sienta frío
que nadie sufra al saber
el dolor que lo provoca


La vida es un don divino.
La vida es gozo y ternura
pero también es dolor
y es pasión y es sufrimiento
y hasta llega a ser tormento, 
mas sobre todo es AMOR.