14 abril 2019

María Idalba




Alegraba y le daba valor a nuestro coro con su voz que sobresalía del resto de las contraltos. Era joven todavía, 52 años. Era madre de seis hijos a los que llevó con dulzura y talento por el camino recto. Amaba a Dios de una manera especial como saben amar los Ángeles, y ayer nos dejó: Partió hacia Aquel que ocupó su corazón durante toda su vida.

Recuerdo haberla oído murmurar bajito, como un susurro, cuando terminados los ensayos en nuestra Parroquia, pasaba por la capilla y decía "adiós, Amorsito". Su lengua colombiana le daba esa armonía y dulzura que roza el oído como la seda.

Se nos fue María Idalba silenciosamente, como llegó a nuestro lado. Te echamos de menos, amiga y compañera, y nos harás mucha falta en el canto y en nuestros corazones. Cuando miremos al cielo, la estrella que más brille sin duda serás tú.

María Ángeles Morera Serrano
Mayo, 2019

Cuando Reza El Valenciano

Sueño la paz dulce, la que el alma añora
como golondrina que el nido dejó.
Hoy vuelvo a Tus plantas, Divina Señora
buscando el sagrado calor de Tu amor.

Hoy tengo perdidas la paz y concordia
que fueron baluarte de los valencianos.
Hoy son todo luchas, envidias, discordias
mientras nuestros hijos se lavan las manos.

Por eso te ruego, Gentil Azucena,
querida Patrona de Desamparados,
que pongas Tu tierna mirada serena
sobre tantos hombres que están desviados.

Haz, pues, el milagro de quitar los vicios
de aquellos que al mal le ofrendan el culto,
y pon esperanza a un mundo ficticio
quitando a esta tierra la injuria e insulto.

Retorna a Valencia la fe y armonía
y anega de afecto y amor nuestros lares.
Que nunca esta Patria pierda primacía,
mientras Tú la cuidas desde los altares.

 Ángeles Morera Serrano
Mayo, 2019