10 noviembre 2014

Forna: ."Dies Mei Transierunt Sicut Aquila Volans ad Escam"





Te vi surgir de entre la blanca cinta
de aquella carretera
y el ocre de tus casas, confundido,
mezclado con la tierra,
prestábale un encanto primitivo a tu agreste belleza.


El verde cinturón de tus montañas te ciñe, te rodea,
y en posesivo abrazo te defiende
de intromisiones que dañarte puedan
hurtándote el encanto primitivo de salvaje princesa.
¡En esas grandes urbes infestadas
quién pudiese pensar que aún existieras!


Alcé al cielo mis ojos deslumbrados
de su intenso turquesa,
y cegada de sol, por un instante,
pensé que era quimera,
más no era así: rayando en lo infinito,
allá donde se alcanzan las estrellas,
surcado por el vuelo de las aves,
con el gris de los siglos lamiéndole las breñas,
enhiesto entre las rocas que lo forman
está tu centinela.


Trenzaba celosías el juego de la luz entre las hojas
y el rojo sol hervía
quemando las espaldas sudorosas.
Dormíase la sombra perezosa bajo los naranjales,
el llanto de una fuente susurraba
y a miel sabía el aire.
Pregonaba, insistente, un abejorro
las delicias del néctar que libaba,
y herida de colores la retina,
paleta de Sorolla emborronada
inmersa en fuerte luz, solo podía
cerrar los ojos para abrir el alma.


Vagué sobre las piedras centenarias
de aquellas callejuelas,
y llena de ternura ante lo humilde de su ermita pequeña,
sentí mi fe más viva
y el aliento de Dios mucho más cerca.


Sobre un reloj de sol, en una esquina
de aquella descarnada plazoleta
gastada por la lepra de los años,
rezaba esta leyenda:


"Como el águila que vuela a por su presa,
mi vida pasó rauda".

Y pensé en el mortal que en otros tiempos
tan bellos pensamientos albergara,
y me sentí sedienta de silencios,
de paz, de soledad jamás lograda.


Guardose el monte al sol en un ocaso
de grises y de perlas,
y, segado ya el día, ante su luz postrera,
formular deseé este pensamiento:
"Que nadie te descubra en esa soledad de anacoreta.
Que no te contamines de progreso,
que pura permanezcas.
Que no llegue a saberse que aún existes...
y que alguna vez más gozarte pueda".


                                                          María Ángeles Morera Serrano

2 comentarios:

  1. els dies em passaren com l'àguila vola cap a la seua presa.

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  2. Hola Joan, mi padre me contó la historia de la "leyenda " que reza en una placa en la pared de la Iglesia de Forna, escrita por un profesor, y traducido del latín, decía:"MI VIDA TRANSCURRIÓ, RAUDA, COMO EL VUELO DEL ÁGUILA EN LAS CUMBRES" Gracias por leer mi poesía.

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