30 agosto 2015

" Trò", un Perro Cantor



Yo tenia un perro llamado "Ling". Nos lo regalaron unos amigos aficionados a la caza. Ling era un cachorro de una de las camadas que tuvo una auténtica perra Setter. El padre, un D. Juan de pacotilla, ni  idea tuvimos de quien fue. Ling tenia una bella estampa perruna, sin duda heredada genéticamente de su madre.

Ling fue nuestro amor de niños, de mi hermano y mio, pero unos 
cambios y unos traslados de ciudad en mi familia, hicieron que mi padre tuviese que desprenderse de él, regalándoselo al conserje del cementerio, hombre solitario necesitado de compañía y de afecto al que le hacia falta tener un compañero de soledad.
Allí, entre flores y silencio, seguro que fue feliz ladrando a su 
gusto

Mi hermano y yo no quisimos repetir experiencia para no sufrir 
nuevamente el abandono del perruno amor.
Yo no he querido tener más mascotas en casa a quienes tomas cariño, pero un día, apareció mi nieta con Trò...


Trò, un cachorro de tres o cuatro meses cuando llegó a nuestro entorno, tiene un encanto especial.

Sin pretenderlo se apodera de tu corazón, ya ducho en afectos, cuando apoyando su morro en tus piernas, te mira con sus lánguidos ojos como diciendo ¡quiéreme! y ¿quién se resiste  a tan amorosa petición?

Ademas, Trò es cantor. Descubrimos su "amor" al arte al notar que cuando mi nieta, con su armoniosa voz, entonaba alguna canción, Trò elevaba su cuello y lanzaba unos agudos sonidos parecidos a la escala musical perfectamente reconocibles; do, mi sol, do...

Trò me ha reconciliado con mi rechazo a las mascotas, y su afición al canto me une más a él, pues la familia que canta unida, permanece más unida y sobre todo si entre sus miembros hay un perro que canta como los ángeles lánguidas melodías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario