Rápido, como pasa el tiempo, desfilaron ante nuestros ojos, cuarenta fructíferos y armoniosos años. Fueron éstos llenos de ilusiones y de constancia en el trabajo que conllevaba la preparación del canto. Esas cuatro décadas han marcado nuestras vidas en el amor por la música a la cual seguimos sirviendo como siempre en nuestra Parroquia.
El Coro, que constaba de un numeroso grupo de componentes, fue mermando con el paso de los años.
Quedamos pocos, pero con ilusión y con deseos de seguir alabando a Dios con nuestros cantos, que es la mejor manera de rezar.
Hoy celebramos esos cuarenta años con la misma pasión con que comenzamos y sin perder ni un ápice de nuestro entusiasmo: Dios nos lo conserve. Sin faltar ni a una sola celebración de las importantes fiestas del Año Litúrgico, todos los sábados, celebrábamos (y seguimos) la Misa Dominical. Luego venia lo demás. Durante todos esos años tuvimos con no poco éxito ofertas de muchas Parroquias de Valencia capital, y también de la provincia, para cantar bodas y otros eventos, porque llegamos a alcanzar cierto renombre, aunque peque de inmodestia al decirlo ahora, pero pasado todo este tiempo ya se nos puede permitir.
Ahora se encuentra escaso nuestro Coro por falta de más componentes, pero el entusiasmo y el cariño que ponemos nos exonera de posibles criticas, aunque intuyo que no las hay.
Hoy es un día muy importante para nosotras y para nuestro querido director. Él fue un miembro también de nuestro coro, junto a los y las coralistas que nos dejaron por distintas razones ajenas a sus voluntades, y queremos que ésta celebración sea lo más gozosa posible y por eso les hemos pedido al también querido Coro Joven de San Antonio que amenicen la celebración con sus alegres cantos.
Que el Dios a quien elevamos con alegría nuestros cantos, permita que podamos seguir haciéndolo durante mucho tiempo. Pero no le pongamos fecha.
TE DOY GRACIAS SEÑOR
DE TODO CORAZÓN.
DELANTE DE LOS ÁNGELES,
TAÑERÉ PARA TI.
