09 marzo 2015

Desengaño






Tuviste cuanto quiso tu capricho,
eras luz de mis ojos,
mi despertar, mi atardecer, mi noche,
yo en cambio para ti, solo un antojo.

Todo mi ser anhela el contemplarte,
cuando enredado en tu cabello rojo
siento el loco anhelo de agradarte
sin despertar tu enojo.

Me sonreía el sol y la mañana,
dicha y felicidad en mi camino;
pero un zarpazo fiero del destino,
truncó mi amor en hora muy temprana.

Mi alma se estremece al no olvidarte,
cuando tu indiferencia me ha marcado,
y has seguido tu vida rumbo aparte
sin pensar en el mal que me has causado.

Sé que te acordarás, pasado el  tiempo,
y querrás componer lo destrozado,
¡lo siento! tu momento ha terminado.
Mi amor voló, se diluyó en el viento.


María Ángeles Morera Serrano



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