Yo quería llamarle de mil modos
de mil maneras bellas..
y en mi fertil vientre se quedó dormido
apagose su luz, huyó su estrella.
Y seca ya mi voz de muchos llantos,
Y seca ya mi voz de muchos llantos,
secos mis ojos y mi mente seca,
no podia pensar que otras mujeres
con más suerte que yo, matar pudieran,
lo que mil vidas diera yo por verle
removerse en mis brazos,
sementera de amor, que libremente
brotó de nuestra tierra.
¡Nadie nos obligó! Los dos quisimos,
¡Nadie nos obligó! Los dos quisimos,
mezclarnos, hacer siembra.
Germinó la semilla, y ese dia,
se iluminó con una ilusion nueva.
Por alguna razón que no comprendo
Por alguna razón que no comprendo
sin que lo presintiera,
sobre mi vida se cernio la noche
cargada de tinieblas
y me llené de dudas y de angustias,
de miedos y de penas.
Aquella vida que prendió en mi huerto
Aquella vida que prendió en mi huerto
no llegó a florecer en primavera.
Yo queria llamarlo de mil formas
de mil maneras bellas...
¡Maldita la mujer, que germinada,
¡Maldita la mujer, que germinada,
destroza su cosecha!
María Ángeles Morera Serrano
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