30 agosto 2013

"La lluvia en el cristal"



No recuerdo si es el título de una trasnochada novela o el de una antigua canción, ¡qué más da!

Amanece un día gris, como gris es el estado de mi alma. Hoy estoy llena de pensamientos negativos que se proyectan en mi mente a pesar de mí, porque me hacen mucho daño.

Como un tic nervioso sacudo la cabeza para apartarlos. Su persistencia insufrible me hace desear levantar un muro de hormigón insalvable para ellos, sin ningún resquicio posible.

Toda la casa está llena de tu alegre presencia... pero no estás.

ESPOSO Y COMPAÑERO

Te cruzaste en mi vida descuidado,
y acoplarme a la tuya fue un deseo 
latente en mí, y cuanto yo poseo,
y cuanto soy, a ti te lo he entregado.

Quise ser para ti, lo indispensable.
Agua para tu sed de enamorado.
para tu desaliento, concentrado silencio,
llanto apagado.

Quise ser para ti, como la brisa, 
que en tu frente cansada se posase,
y eco a tu risa,
aunque mi corazón no la anhelase.

Si en algo te ofendí, fue sin querer.
Si la herida fui yo, ya lo he olvidado.
Solo estar junto a ti me ha confortado
en este paralelo caminar.

Todo eso soñé ser, si lo he logrado,
como mujer vencí y como esposa
la palma conseguí de mi reinado.

No fue preciso ser para ello hermosa...
solo amar mucho y darle al ser amado,
el más suave perfume de mi rosa.

María Ángeles Morera Serrano

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